Profesor y General, Cándido Navarro Serrano (1871-1913). El revolucionario de Silao, Guanajuato


Profesor y General, Cándido Navarro Serrano (1871-1913). El revolucionario de Silao, Guanajuato

 

Jehiely Hernández

INEHRM- FFyL/UNAM

 

“Tenemos la convicción profunda de que, mientras haya en los puestos públicos individuos que solo buscan la satisfacción de sus intereses personales, oprimiendo al débil, no será un hecho la paz […]”

Jefes del Ejército Libertador del Estado de Guanajuato, 1911[1]

 

Cándido Navarro, general, retrato, ca. 1911, © (23038), México, Secretaría de Cultura - INAH - Sinafo - FN.

 

Dentro del proceso revolucionario, en 1915, el estado de Guanajuato se convirtió en un escenario de relevancia nacional durante las “Batallas de Celaya” donde confrontaron las fuerzas constitucionalistas comandadas por Álvaro Obregón y las tropas bajo el mando de Francisco Villa. La victoria constitucionalista derrotó definitivamente a la División del Norte y definió el rumbo histórico de la Revolución.

Sin embargo, el territorio guanajuatense no sólo fue espacio protagónico de dicho acontecimiento; Guanajuato también fue tierra fértil para el surgimiento de los primeros opositores del régimen porfirista[2] y de caudillos impulsores del antirreeleccionismo, es decir, líderes regionales encargados de enfrentar las tropas federales. Uno de ellos fue Cándido Navarro Serrano: general, profesor, activista social, maderista y guerrillero.

Cándido Navarro, nació el 2 de febrero de 1871 en el pequeño poblado de La Aldea, cercano a Silao[3], uno de los 32 distritos del estado de Guanajuato a inicios del siglo XX. De formación profesional, fue profesor de instrucción primaria, formado en el Instituto Metodista de Puebla. Sus estudios fueron truncados por la falta de recursos económicos, por lo que se trasladó a la Ciudad de México para buscar nuevas oportunidades. Así, después de varias vicisitudes, obtuvo su primer empleo en la escuela de la antigua Plaza de Juan Carbonera, de ahí fue promovido para la Dirección de la Escuela Elemental de San Bartolo Naucalpan . Luego de graduarse, obtuvo la Dirección de la Escuela de Azcapotzalco[4], misma que tiempo después, mereció el rango de Escuela Superior.

Pese a lo anterior, por órdenes superiores, Navarro fue nombrado Director en la Escuela de Santa Bárbara; se trataba de una escuela sin renombre y olvidada. No obstante, el profesor lo tomó como un reto, así que emprendió la tarea de reconstruir el inmueble, rehabilitar las instalaciones y, al tiempo, logró acrecentar la matrícula de ese centro educativo en tal magnitud que la Escuela de Santa Bárbara considerado uno de los principales de la Zona Escolar de Azcapotzalco.

Durante los últimos años del gobierno de Díaz, el profesor Navarro expresó su disgusto por el abuso de poder del dictador y sus allegados. Como parte de su oposición al régimen porfirista, prohibió la circulación de prensa financiada por el gobierno en la comunidad académica de su centro educativo. También se incorporó a El Club Demócrata “Guadalupe Victoria” de Azcapotzalco, uno de los clubes políticos en oposición a la candidatura de Ramón Corral como vicepresidente de la República.

En el transcurso de los primeros meses de 1910, el profesor Cándido se incorporó a los comicios de aquel año y que buscaban renovar los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República. Su tarea principal fue, en términos actuales, como “funcionario de casilla”, o sea, recibir la votación de los ciudadanos.

Sin embargo, no logró su cometido pues fue destituido de la casilla electoral por Telésforo Ocampo, ex redactor de El Debate y Presidente de Debates de la Ciudad de México.[5] Además, por su participación política sumamente crítica del porfirismo, fue destituido de sus cargos en el sector educativo.

Ante esta situación, Cándido Navarro fundó la “Escuela Educativa Popular Independiente”, un plantel privado que integró materias de enseñanza básica y carreras técnicas tales como enseñanza agrícola, botánica, mecánica[6], etc. Ello provocó que muchos de sus ex alumnos abandonaran las escuelas públicas para inscribirse en sus instalaciones.

De esta manera, el profesor, sin ataduras desde el gobierno, comenzó a allegarse de personalidades políticas que aspiraban la conformación del Partido Nacionalista Democrático, mediante la unidad de partidos como el Partido Antirreeleccionista encabezado por Francisco I. Madero.

El 15 de abril de 1910, en la Convención Nacional Antirreeleccionista, Cándido Navarro fue comisionado como Delegado. Tiempo después, cuando fueron electos los candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República -Francisco I. Madero y Francisco Vázquez Gómez-, se constituyó el Comité Directivo Electoral, en el que Navarro participó para dirigir los trabajos del Séptimo Distrito Electoral, que comprendía las Prefecturas de Azcapotzalco, Tacuba y Colonia de Santa Julia.[7]

El resultado de la contienda fue un fraude orquestado por Díaz. Enseguida, el Comité Directivo Electoral agotó sin éxito todos sus recursos económicos y legales para que las Cámaras de la Unión declararan el fraude electoral.

Después de estos intentos de oposición a la reelección de Díaz, en el Comité Directivo comenzó a tomar fuerza la propuesta de realizar un levantamiento armado. En ese contexto, Navarro recibió órdenes directas del ingeniero Alfredo Robles Domínguez para dirigirse a su estado natal y promover los nuevos planes de la movilización.

Entonces, el 14 de noviembre de 1910[8], el profesor viajó rumbo al Mineral de Purísima, primer lugar donde coordinó el levantamiento nacional anunciado en el Plan de San Luis. No obstante, su conspiración fue descubierta; las fuerzas federales catearon su casa, apresaron a sus hermanos y lo despojaron de armas, dinero y caballos. Frente a la persecución, el ánimo de Navarro no decayó; más adelante, en Silao, Irapuato, Querétaro y San Luis Potosí, buscó el apoyo de campesinos, obreros e intelectuales a favor del maderismo.

 

Cándido Navarro en el Hotel Central de Silao, Guanajuato, ca. 1911. Colección Particular Familiar

 

Dirigió sus primeros combates contra el ejército federal, entre marzo y abril de 1911, las que ocurrieron en la ciudad del Mineral de La Luz y en la plaza de Romita[9]: ambos municipios de Guanajuato. Navarro estuvo al mando de cuarenta mil hombres, situación que le permitió obtener un auténtico liderazgo regional entre los trabajadores, quienes lo nombraron general. Dicho grado después fue reconocido por las autoridades revolucionarias. Por sus hazañas militares, consolidó el cuartel central maderista. Más adelante, entre el mes de mayo y junio, tomó la ciudad de Silao y de León[10], además de la capital del estado de San Luis Potosí.

El apoyo que recibió no sólo fue en número de hombres, pues también obtuvo recursos económicos de ciertos rancheros de clase media rural como los hermanos Pesquera, Mercedes González y Manuel Malo Juvera[11].  Los pequeños y medianos rancheros de Silao formaron parte de la clase media rural de Guanajuato, con el interés por acrecentar su participación política.

Después de la victoriosa batalla de Ciudad Juárez, Chihuahua (mayo, 1911), Porfirio Díaz fue obligado a salir del país. Al mismo tiempo, los antirreeleccionistas decidieron respetar la permanencia del ejército federal y pactar el licenciamiento de jefes y tropas del ejército revolucionario que participaron en favor de Madero. En este contexto, Cándido Navarro procuró permanecer dentro del marco legal sin perder los privilegios militares que ostentaba por su carácter como Jefe del Ejército Libertador del Estado de Guanajuato[12]. Cándido Navarro buscó alianza con el Secretario de Gobernación interino, Emilio Vázquez Gómez, quien defendió la permanencia de los grupos rebeldes.

Madero llegó al poder en octubre de 1911. Sin embargo, los maderistas guanajuatenses se distanciaron del presidente; Navarro, por su parte, en oposición del licenciamiento, acuarteló a sus tropas en Silao y se integró a la coalición formada por militares revolucionarios[13] para exigir varias demandas. Por un lado, el cumplimiento del Plan de San Luis, así como la expulsión de “los científicos” de la política. Por otro lado, el nombramiento de un general revolucionario como inspector de las fuerzas insurgentes y la continuidad de Emilio Vázquez Gómez en la Secretaría de Gobernación.

Cándido Navarro, por su actuación militar en el estado de Guanajuato, se hizo de gran relevancia política y de más simpatizantes. Con ese capital político, aspiró a la gubernatura de dicha entidad federativa a finales de 1911[14], misma que perdió. Lo anterior provocó que el gobernador guanajuatense en turno, Juan Bautista Castelazo, ideara la manera de impedir que Cándido Navarro se convirtiera nuevamente en un líder opositor sólido de cara a futuros comicios.

El descontento por las decisiones del grupo maderista a nivel estatal y municipal creció a nivel nacional. Por ello, surgieron levantamientos en oposición al gobierno de Madero entre los que destacan Emiliano Zapata, Pascual Orozco y Cándido Navarro. La rebeldía de este último, le valió el encarcelamiento en la Ciudad de México, acusado de organizar un complot en contra del gobierno[15]. La aprehensión duró 23 meses; obtuvo su libertad en junio de 1913 toda vez que Victoriano Huerta anunció su amnistía.

Tras salir de prisión, y a pesar de tener una condena de muerte si tomaba las armas nuevamente para sublevarse, el general Navarro se sumó a las filas del zapatismo para cubrir militarmente los estados de Michoacán y Guerrero. Entre sus tareas relevantes se encontraba difundir el Plan de Ayala con Teodoro Barajas y Encarnación Olguín.

Finalmente, Navarro Serrano murió a finales de agosto de 1913 al enfrentarse en contra el gobierno de Victoriano Huerta, al ser emboscado rumbo a San Luis Potosí, cercano a la Villa de Arriaga[16]. Su muerte fue anunciada hasta el 29 de agosto a través del diario El País, el cual notificó que su cadáver fue expuesto públicamente como un mensaje de escarmiento dirigido a todo aquel que pretendiera levantarse en armas contra el gobierno huertista.

Los sucesos y líderes regionales que participaron en la contienda armada de México de principios del siglo XX sumaron a la historia de nuestro país. Rescatarlos es una tarea fundamental para entender a la Revolución Mexicana desde sus particularidades. Cándido Navarro es un ejemplo de muchos personajes que, lejos de ser clasificados como héroes nacionales, permiten conocer las razones de lucha, la participación social, la dinámica política y la latente necesidad de un cambio colectivo. El esfuerzo por recuperar las hazañas locales guanajuatenses se materializó hasta el año 2009, cuando el municipio de Silao realizó el primer homenaje por iniciativa de los habitantes de La Aldea[17] al General Navarro.

 

Fuentes consultadas:

  • El Partido Nacional Democrático, La candidatura del C. profesor general Cándido Navarro, para el gobierno de Guanajuato y publica su biografía, México [s.n.], agosto de 1911. Consultado en: https://mexicana.cultura.gob.mx/es/repositorio/detalle?word=candidatura&r=1&t=6
  • Blanco Mónica, La Revolución Mexicana en Guanajuato (1908-1917), México, Instituto de la Cultura del Estado de Guanajuato, 1998, 166 p.p.
  • Blanco Mónica, Alma Parra y Ethelia Ruiz Medrano, Guanajuato. Historia breve, 3ª. ed., México, Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, 2011, 316 p.p. (Colección Fideicomiso –historia de las Américas. Serie Historias Breves)
  • Camarillo Ramírez Ernesto, Cándido Navarro (In memoriam), Apuntes Legislativos, LXII Legislatura Congreso del Estado de Guanajuato – Instituto de Investigaciones Legislativas, Guanajuato, 2010, Consultado en: https://congreso-gto.s3.amazonaws.com/uploads/contenido_estudio/archivo/101/75_Candido_Navarro_In_memoriam.pdf
  • Herrera Pérez Rodolfo, El Paso de la Revolución por León, México, Ayuntamiento de León, Guanajuato - Ediciones del Archivo Histórico Municipal de León, 2021, 194 p.p.
  • Moreno Manuel, Historia de la revolución en Guanajuato, México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 1977, 186 p.p.
  • Rionda, Luis Miguel, “Movimientos populares y la lucha de la izquierda en Guanajuato, 1900-1994”, Avance de proyecto de investigación Historia política en el Guanajuato contemporáneo: evolución de una cultura política regional y los protagonistas de la competitividad electoral, México, Cuadernos de Centro de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad  de Guanajuato (2), 2001, 52 p.p.
 

[1] Carta dirigida al H. Legislatura del Estado de Guanajuato, 7 de julio de 1911. Expediente Cándido Navarro. Archivo del Poder Legislativo del Estado de Guanajuato.

[2] Práxedis Guerrero,  Francisco Manrique y Toribio Esquivel Obregón.

[3] El Partido Nacional Democrático, La candidatura del C. profesor general Cándido Navarro, para el gobierno de Guanajuato y publica su biografía, México [s.n.], agosto de 1911, p. 4.

[4] Manuel Moreno, Historia de la revolución en Guanajuato, México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 1977, p.64

[5] Manuel Moreno, op. cit., p.67

[6] Ernesto Camarillo Ramírez, Cándido Navarro (In memoriam), Apuntes Legislativos, LXII Legislatura Congreso del Estado de Guanajuato – Instituto de Investigaciones Legislativas, Guanajuato, 2010, p.23

[7] Manuel Moreno, op. cit., p.65

[8] El Partido Nacional Democrático, op. cit., p. 11

[9] Ernesto Camarillo Ramírez, op. cit., p.24

[10] Rodolfo Herrera Pérez, El Paso de la Revolución por León, México, Ayuntamiento de León, Guanajuato - Ediciones del Archivo Histórico Municipal de León, 2021, p.15

[11] Mónica Blanco, Alma Parra y Ethelia Ruiz Medrano, Guanajuato. Historia breve, 3ª. ed., México, Colegio de México - Fondo de Cultura Económica, 2011, p.150 (Colección Fideicomiso –historia de las Américas. Serie Historias Breves)

[12] Mónica Blanco, La Revolución Mexicana en Guanajuato (1908-1917), México, Instituto de la Cultura del Estado de Guanajuato, 1998, p.152

[13] Entre los que figuraban: General Gabriel Hernández, el General Juan Andréu Almazán, Heriberto Jara, Francisco J. Múgica, entre otros.

[14] El 29 de octubre obtuvo apenas 3,919 votos, contra los 57,374 que logró el ganador, el conservador Víctor José Lizardi del Partido Católico, Enrique Aranda, obtuvo el segundo lugar. Véase en Luis Miguel Rionda, “Movimientos populares y la lucha de la izquierda en Guanajuato, 1900-1994”, Avance de proyecto de investigación Historia política en el Guanajuato contemporáneo: evolución de una cultura política regional y los protagonistas de la competitividad electoral, México, Cuadernos de Centro de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad  de Guanajuato, 2001. p.9.

[15] Mónica Blanco, op. cit, p.153

[16] Diario de la Revolución, 29 de agosto de 1913. Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. Consultado en: https://inehrm.gob.mx/es/inehrm/29_de_agosto_1913

[17]Ernesto Camarillo Ramírez, op. cit., p.21

Última modificación:
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